En la actualidad el creciente uso de
la soldadura por fusión de materiales disimiles, tanto en producción como en
mantenimiento, conlleva la necesidad de optimizar el uso de los materiales
según sus propiedades específicas. Por tanto este estudio pretende formar
sobre los distintos criterios de selección de materiales de aporte y la
factibilidad de la soldadura entre materiales con diferencias en su
composición o propiedades.
Introducción
Consideramos como materiales
disímiles a aquellos que sean químicamente diferentes
como en el caso de la unión de Al con Cu; o aquellos con distinto porcentaje de
aleación, como acero al carbono con acero inoxidable; o de estructuras
metalúrgicas distintas, como un acero ferrítico con un acero austenítico.
Además, las distintas combinaciones pueden ser entre metales base, metal de
aporte o metal de soldadura.
La mayoría de las uniones entre metales disímiles pueden ser
realizadas por soldadura en estado sólido (explosión, fricción o ultrasonido)
o brazing (soldadura fuerte), donde la aleación entre los metales es
normalmente insignificante. En estos casos sólo se considera la diferencia de
las propiedades mecánicas y físicas de los metales base y su influencia en las
condiciones de servicio de la unión (Fig. 1).
Soldaduras por fricción: a) Convencional b)
Orientación corregida con giro luego de la soldadura.
Cuando la unión de los metales disímiles se realiza por un proceso
de soldadura por fusión, la aleación
entre los metales base y metal de aporte - cuando éste es usado— es importante
y requerirá una mayor consideración, dado que el metal de soldadura resultante
puede comportarse muy diferente a uno o a ambos metales base.
La unión de metales con importantes diferencias en las
propiedades químicas, mecánicas y físicas, puede presentar problemas durante
y después de la soldadura. La combinación puede ser de dos o tres metales
diferentes, siendo uno de ellos el metal de aporte.
La composición del metal de soldadura resultante puede diferir de
la de cualquiera de los componentes y variará con:
• Diseño de la junta.
• Proceso de soldadura.
• Metal de aporte.
• Procedimiento de soldadura.
En consecuencia, antes de
realizar la construcción, se deben
establecer estos factores y
los tratamientos térmicos realizados a la
estructura soldada, así como evaluarse sus propiedades, ya que el propósito
de una soldadura es el de producir una unión apta para los requerimientos de
servicio.
La presente información tratará sobre los fundamentos de la soldadura por
fusión de los citados materiales, así como sobre la selección de los procesos
y procedimientos de soldadura.
Fundamentos
En la soldadura de metales
disímiles unidos por fusión, las consideraciones más importantes son la composición y las propiedades del metal de soldadura.
La composición depende fundamentalmente de la base, del aporte y
de la dilución relativa entre ellos; generalmente aquélla no es uniforme, en
especial en soldaduras de multipasadas donde habrá un gradiente de composición
desde el metal de soldadura a cada metal base.
Las características de solidificación del metal de soldadura son
influenciadas por la dilución relativa y el gradiente de composición
adyacente a cada metal base. Estas características son importantes con
respecto a la fisuración en caliente del metal de soldadura durante la
solidificación.
En resumen, cuando se diseña una junta de metales disímiles, los factores a
considerar son:
• Las características metalúrgicas
de la unión, es decir, la aleación resultante.
• Las propiedades mecánicas.
• Las
propiedades físicas.
Aleación y dilución
Durante la soldadura por
fusión, cada metal que partícipe es fundido en un baño de
fusión.
En la solidificación, el metal de soldadura puede tener una fase o
mezcla de dos o más fases. Estas fases pueden ser una solución sólida de
sustitución (Cu-Ni), una solución sólida intersticial (ferrita), o un compuesto
intermetálico (Fe3C, TiC) (fig. 2).
El enfriamiento y la
solidificación tienen un efecto importante sobre las fases
presentes, y por consiguiente, en la estructura metalúrgica.
En la soldadura de metales
disimiles el metal de aporte debe aceptar la dilución con el metal base sin que se produzca una microestructura sensible a la
rotura.
La microestructura del metal
de soldadura debe ser estable bajo las condiciones de servicio y su resistencia
tendrá que ser mayor o equivalente a la del metal base
menos resistente.
En la mayoría de los procesos de soldadura por fusión se produce
una agitación importante del baño, lo que contribuye a producir un metal de soldadura con una
composición uniforme. En soldaduras de multipasadas, la
composición de cada cordón soldado puede ser relativamente uniforme; sin
embargo, probablemente sean de composición diferente los cordones de raíz y
los adyacentes a los metales base.
Se puede calcular la composición del metal de soldadura cuando se conoce:
• Proporción del volumen de metal base fundido en el volumen total del
metal de soldadura.
• Composición de los metales base y de aporte.
La figura 3 muestra cómo se determina la dilución entre dos metales base
(A) y (B) soldados con un metal de aporte (C), y en la figura 4 se pueden
observar algunos ejemplos de dilución.
El porcentaje
promedio correspondiente a un determinado elemento de aleación en el metal de soldadura puede calcularse con la
ecuación siguiente:
Xs = (DA)(XA) + (DB)(XB) + (1
– Dr)(XC)
Se ilustra este
cálculo con la obtención de los elementos diluidos en
una unión entre acero inoxidable tipo 316 y acero 2 1/4 Cr 1 Mo, soldados con un metal de aporte base
níquel del tipo ENiCrFe-3.
La composición nominal de las tres aleaciones se encuentra en la
tabla I.
TABLA I
Composición nominal de las aleaciones en estudio.
Se estima una
dilución total Dj: 35%, una dilución Dcr.Mo =
15 % y una dilución D316: 20%
Cr % =
0,15 X (2,5) + 0,2 X (17) + + 0,65 X (16)= 14,18
Ni % = 0,20 X (12) + 0,65 (68) = 46,60
Mo % = 0,15 X (1,0) + 0,2 X (2,5) = 0,65
Temperaturas
de fusión
Las juntas de materiales disímiles realizadas por soldadura requieren una fusión
simultánea de los metales base. Si las temperaturas de fusión son próximas,
con una diferencia menor de 100 °C, los procedimientos y técnicas de soldadura
serán normales, pero cuando esta diferencia es mayor la soldadura es más
compleja. En realidad, para poder unir estos metales disímiles es necesario
usar soldadura Brazing o soldadura al estado sólido (explosión, fricción o
ultrasónica). La tabla II compara las temperaturas de fusión y otras importantes
propiedades físicas de varios metales referidas al acero al carbono.
Observando dicha tabla, se verá la dificultad para unir aluminio con acero o
con las aleaciones de níquel.
TABLA II Comparación de las
propiedades físicas de varios metales respecto al acero C.
Una diferencia significativa
en la temperatura de fusión de los
metales base o del metal de soldadura y el metal base, puede resultar en la
rotura del metal que tenga menor temperatura de fusión debido a que la
solidificación y contracción del metal con alta temperatura de fusión induce
tensiones en el otro metal, que aún está dilatado y con menor resistencia por
encontrarse parcialmente solidificado.
Este problema
puede ser resuelto depositando una o más pasadas de un metal de aporte con una temperatura de fusión intermedia
sobre la cara del chaflán del metal base de mayor temperatura de fusión.
Conductividad
térmica
La
mayor parte de los metales y aleaciones son buenos conductores del calor, pero
algunos lo son mucho más que otros. Cuando dos metales disímiles de diferente conductividad
térmica se sueldan, el procedimiento debe ser preparado teniendo en cuenta
estas diferencias.
Se debe dirigir la fuente de calor al metal de mayor conductividad térmica para obtener un
conveniente balance térmico. La dilución es más uniforme con un balance del
calentamiento y además, precalentando el metal de mayor conductividad térmica,
se reduce la velocidad de enfriamiento del metal de soldadura y de la ZAC. El
efecto neto del precalentamiento es reducir el calor necesario para fundir el
metal base.
Expansión térmica
Una
gran diferencia en los coeficientes de expansión térmica de metales adyacentes, puede inducir
durante el enfriamiento tensiones de tracción en uno de los metales, y
tensiones de compresión en el otro.
E1 metal expuesto a tensiones de tracción puede
fisurar en caliente durante la soldadura o puede fisurar en frío durante el
servicio, a menos que las tensiones sean relevadas térmica o mecánicamente.
El coeficiente de expansión térmica lineal α, puede ser definido como un cambio en la deformación
Δϵ, con respecto a un cambio de temperatura ΔT, es decir:
Esta característica es propia para cada aleación y se expresa comúnmente como:
Donde
el cambio o variación de longitud sobre la longitud inicial ΔL/L representa el cambio en la
deformación Δϵ.
La tensión
σ en la ZAC de uno de los metales asociados con la
interface del metal de soldadura disímil, puede ser estimada usando la siguiente ecuación:
Donde
E es el módulo elástico del metal y
Δα es la diferencia de los coeficientes de expansión térmica lineal entre los
dos metales.
Por
lo tanto, decimos que la diferencia o desigualdad de los coeficientes de
expansión térmica entre los metales
de una junta de metales disímiles, produce tensiones en la junta soldada. Este
factor es particularmente importante en juntas donde se opera con elevadas
temperaturas que varían en forma cíclica.
Un
ejemplo común es la unión de acero
inoxidable austenítico con acero ferrítico para juntas de tubos usados en
centrales térmicas de generación de vapor. Idealmente, el coeficiente lineal de
expansión térmica del metal de soldadura debe ser intermedio entre los dos
metales base. Si la diferencia es pequeña, el coeficiente de expansión térmica
del metal de soldadura puede ser equivalente a uno de los metales base.
La
dilución del metal depositado
puede afectar su coeficiente de expansión. Por ejemplo, la dilución de níquel
puro con cobre tiende a incrementarlo, mientras que diluido con Fe, Cr o Mo
tiende a ser menor.
Precalentamiento
y tratamiento térmico posterior
La
selección de un precalentamiento o
tratamiento térmico posterior correcto para juntas soldadas se complica para
algunas combinaciones de metales disímiles.
Si
se debe soldar una aleación que requiere precalentamiento a otra que no lo requiere, puede
aplicarse el precalentamiento en forma independiente del lado de la junta que
lo necesite. Además, un tratamiento térmico que es apropiado para un componente
de la junta o estructura soldada, puede ser nocivo para el otro componente bajo
determinadas condiciones de servicio. Por ejemplo, si una aleación Ni-Cr
endurecible por envejecimiento se suelda a un acero inoxidable austenítico no
estabilizado y la pieza se somete a un tratamiento térmico de envejecimiento
para el Ni-Cr, sensibilizará el acero inoxidable, decayendo su resistencia a
la corrosión intergranular. Una solución es usar un acero inoxidable
austenítico estabilizado, y otra sería enmantecar la cara de la junta correspondiente
a la aleación endurecible por envejecimiento con una aleación de Ni-Cr similar
pero que no endurezca por envejecimiento, la pieza luego se trata
térmicamente, y finalmente, la superficie enmantecada se suelda al acero
inoxidable austenítico. Esto se muestra en la figura 5.
Efectos
magnéticos
Los
campos magnéticos, ya sean inducidos o
permanentes, pueden interactuar con el arco eléctrico de corriente continua
produciendo un campo de fuerzas que causan deflexión o soplo magnético del
arco, afectando la transferencia metálica (fig. 6).
Cuando
sólo uno de los metales soldados
es ferromagnético, el arco de corriente continua puede desviarse hacia un lado
de la junta produciendo excesiva dilución, como así también una fusión
incompleta de raíz; esto puede tener lugar cuando se une acero al carbono con
aleaciones de base níquel y se soluciona empleando un arco de corriente
alterna.
Interacción metal base-metal de soldadura
La
penetración del metal de soldadura
dentro de los bordes de grano-en la ZAC del metal base, puede producir
fisuración intergranular en la misma. Normalmente, la tendencia para que esto
ocurra es gobernada por la formación de películas líquidas fragilizantes. Por
ejemplo, el cobre fundido puede penetrar en los bordes de grano de un acero al
carbono durante la soldadura.
El
grado de penetración
puede ser grande cuando se precalienta el metal base.
Diseño de juntas
Cuando
se diseñan juntas a tope entre metales
disímiles se debe considerar las características de fusión de cada
metal base y del metal de aporte, así como el efecto de la dilución. Con un
bisel grande decrece la dilución, permite mejorar el control de la viscosidad
del metal de soldadura y además da lugar a una mejor manipulación del arco
logrando una buena fusión.
£1 diseño de la junta puede proveer una dilución
apropiada en las primeras pasadas cuando la soldadura se realiza de un solo
lado. Una dilución inconveniente puede dar como resultado capas de metal de
soldadura que posean propiedades mecánicas inapropiadas para las condiciones
de servicio, particularmente cuando la junta va a estar sometida a cargas
cíclicas. Para soldaduras de ambos lados, debe repelarse la pasada de raíz
para proveer un mejor control de la dilución en la primera pasada del otro
lado.
Consideraciones
de servicio
Propiedades
mecánicas y físicas
Normalmente
una junta de metales disímiles contiene un metal de soldadura con una composición diferente de
uno u otro metal base. Las propiedades del metal de soldadura dependen de la
composición del metal de aporte, del procedimiento y de la dilución relativa
con cada metal base. Existen, además, dos diferentes ZAC, una en cada metal
base adyacente al metal de soldadura; por lo tanto, desde el punto de vista de
las propiedades mecánicas y físicas requeridas para las condiciones de
servicio, se deberá considerar el metal de soldadura así como las dos ZAC.
Se
deben tomar precauciones especiales si la junta de metales disímiles va a trabajar en
servicio a elevada temperatura. Una situación favorable se presenta cuando la
junta trabaja a temperatura constante, ya que durante el servició a elevada
temperatura las tensiones internas pueden reducirse por relajación y se
equilibran. En cambio, si se opera con grandes fluctuaciones de temperatura, se
deberán seleccionar metales de base, con similares características de
expansión térmica. En caso de no ser esto posible, una alternativa es poner un
tercer metal entre los dos metales base que tenga características de expansión
térmica intermedia, como se ve en la figura 7.
Similar
razonamiento puede ser aplicado en la selección del metal de aporte.
En la unión soldada encontramos varias regiones
metalúrgicamente diferentes cuyas propiedades son particularmente importantes
cuando la junta se ve expuesta a servicios de temperaturas cíclicas; dichas
propiedades incluyen:
— Coeficiente de expansión térmica
— Módulo elástico
— Límite de fluencia
— Tenacidad.
Sabemos que cuando la junta
está sometida a temperaturas variables, las diferencias
entre los dos metales de base y el metal de soldadura pueden inducir tensiones
variables en la ZAC y metal de soldadura adyacente. Como resultado de la fatiga
del metal, se pueden desarrollar fisuras y causar un fracaso anticipado de la
junta; por lo tanto, la vida útil bajo condiciones cíclicas de temperatura dependerá
de la capacidad del metal para resistir la fisuración, así como su propagación.
Dado que varias propiedades
de los metales cambian con la temperatura, es difícil predecir matemáticamente la conducta de una junta soldada de metales
disímiles en servicio.
En la figura 8 se puede ver
la variación del coeficiente de expansión térmica con la
temperatura para distintas aleaciones.
La realización de un ensayo de ciclos térmicos a la junta soldada
permite evaluar mecánica y metalúrgicamente la misma y así obtener
información sobre su comportamiento o vida útil en servicio.
Estabilidad
micro estructural
La soldadura entre un acero
de baja aleación y un acero inoxidable
austenítico con un metal de aporte de acero inoxidable austenítico ilustrará el
problema.
El contenido de
carbono del acero de baja aleación es
generalmente más alto que el del metal de soldadura de acero inoxidable
austenítico, además, la relativa gran cantidad de elementos formadores de
carburos, tal como el cromo en el acero inoxidable, contribuye a bajar la
actividad química del carbono. Esto produce un importante gradiente de
potencial químico por la difusión del carbono desde el acero de baja aleación
al metal de soldadura de acero inoxidable. Este proceso puede ocurrir durante
el tratamiento térmico postsoldadura o durante el servicio a alta
temperatura. El resultado es una descarburación, y a veces, un aumento del
tamaño de grano en la ZAC del acero de baja aleación. A su vez, el metal de
soldadura de acero inoxidable se enriquece en carbono, formando carburos
complejos. La formación de éstos aumenta la dureza del metal de soldadura en
esta zona e incrementa la posibilidad de fisuración.
Resistencia
a la corrosión y oxidación
E1 metal de soldadura y ambos metales base tienen un comportamiento
específico frente a la corrosión, por lo tanto, esto debe ser contemplado
cuando se seleccionan los materiales. Por ejemplo: la sensibilización de ciertos
aceros inoxidables austeníticos en determinado medio ambiente implica que se
deberán tomar precauciones para su soldadura, especialmente cuando el metal de
aporte es también acero inoxidable austenítico.
En estructuras soldadas de
materiales disímiles, la formación de
celdas galvánicas puede causar corrosión del metal con comportamiento anódico
en la junta.
Las tensiones residuales
manifiestas en la zona de soldadura son frecuentemente suficientes para
producir fragilización y corrosión
bajo tensiones.
La variación de composición de la interface entre diferentes
metales puede resultar en oxidación selectiva cuando la junta está operando a
alta temperatura; dicha oxidación da origen a entallas, las cuales serán puntos
potenciales de concentración de tensiones que pueden causar fallas de
tensión-oxidación a lo largo de la interface de soldadura bajo condiciones de
trabajo con ciclos térmicos.
Selección del metal de aporte
La selección de un material de aporte conveniente es un factor
fundamental para producir una junta de metales disímiles con buen
comportamiento en servicio.
Un objetivo de la soldadura
de disímiles es minimizar interacciones de tipo metalúrgico
no deseables entre los metales. El metal de aporte debe ser compatible con
ambos" metales base y ser capaz de depositarse con mínima dilución.
Idealmente, las características del metal de aporte en la junta soldada son
las siguientes:
• Resistencia:
El metal de aporte deberá soportar alguna dilución con los metales base sin
producir sensibilidad a la fisuración del metal de soldadura, ni debe causar defectos
tales como: porosidad o inclusiones en el metal de soldadura.
En la figura 9 se observa la
formación de una interface frágil entre un acero al carbono y
un acero inoxidable por incorrecta elección del material de aporte o por
utilizar un procedimiento con excesiva dilución.
• Estabilidad estructural:
El metal de soldadura
resultante debe ser estructuralmente
estable bajo condiciones de servicio.
• Propiedades físicas:
Las propiedades físicas del metal de soldadura deben ser compatibles
con ambos metales base.
Los coeficientes de expansión térmica son particularmente importantes con
respecto a las tensiones internas. El valor del coeficiente debe ser intermedio
entre el de ambos metales base. Igual consideración se deberá tomar con
respecto a la conductividad eléctrica y térmica cuando éstas son importantes
para las condiciones de servicio.
• Propiedades
mecánicas:
El metal de soldadura debe
ser tan resistente y dúctil como el
menos resistente de los metales base.
• Propiedades
de corrosión:
Es necesario que la
resistencia a la corrosión del metal de
soldadura sea igual o mayor que la resistencia de ambos metales base para
evitar un ataque selectivo de la junta soldada.
Como complemento de lo
mencionado, se pueden considerar los puntos siguientes:
— El metal de aporte se seleccionará teniendo en cuenta el metal base de
menor temperatura de fusión cuando la diferencia entre éstas es grande.
— La ductilidad del metal de aporte deberá absorber las tensiones inducidas
por los cambios de temperatura a causa de las diferencias en los coeficientes
de expansión térmica. Algunos materiales de aporte base níquel son muy dúctiles
y pueden tolerar la dilución con el metal base sin fisurar o
sin sufrir un decaimiento significativo en sus propiedades mecánicas.
— Finalmente, los niveles de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno del
metal de aporte tendrán que ser bajos.
Selección del proceso de soldadura
La selección del proceso de soldadura para juntas de metales
disímiles es casi tan importante como la selección del metal de aporte. En
función de la penetración y la dilución resultante es posible diferenciar los
procesos de soldadura y sus técnicas.
Con electrodos revestidos el
metal de aporte se diluye más del 30% con
el metal base, dilución que puede modificarse un poco ajustando la técnica de
soldadura. El rango de dilución con MIG-MAG estará entre un 10 a 50%,
dependiendo del tipo de transferencia metálica y de la manipulación de la
torcha. Con transferencia tipo spray se tiene gran dilución y con transferencia
por cortocircuito será menor. Representa un caso especial el arco pulsado.
La penetración con arco sumergido generalmente es grande,
dependiendo de la polaridad; además, mediante este proceso se aumenta
considerablemente la dilución.
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viernes, 31 de julio de 2015
SOLDABILIDAD DE MATERIALES DISIMILES
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