Principio
del proceso
La
soldadura fuerte también conocida en la terminología inglesa como brazing,
es un proceso de unión térmica en el que el metal de aporte, se calienta hasta
su fusión fluyendo por capilaridad entre la holgura que existe entre los
materiales a soldar y uniendo sus superficies por atracción atómica y mediante
difusión.
El
material de aporte tiene un punto de fusión por encima de los 450ºC, pero
siempre por debajo del punto de fusión de los componentes que va a unir. En el
caso de que el punto de fusión esté por debajo de los 450ºC se conoce como
soldadura blanda (soldering).
Las
características físicas y químicas del material de aporte son completamente
diferentes de las piezas que va a soldar.
Una
característica notable de esta técnica es su capacidad para unir materiales
disimilares y componentes con masas y tamaños distintos. Es capaz, por ejemplo
de unir carburos de tungsteno con aceros.
Terminología
Material
de aporte (brazing alloy): Material que funde por encima de los
450ºC pero por debajo de los metales que van a ser unidos. Debe poseer una
buena fluidez que permita su distribución a lo largo de la unión y sea capaz de
mojar el material base.
Fundente
(flux): Componente químico aplicado a los metales base para
protegerles de la formación de óxido durante el calentamiento, y para favorecer
el mojado del metal de aporte.
Mojado
(wetting): Se produce cuando el metal de aporte fluye y empapa las
paredes del metal base.
Holgura
de la unión (joint gap): distancia existente entre los metales que
van a ser unidos.
Atracción
capilar (capillary attraction): La fuerza que empuja a un líquido a
través de dos superficies paralelas.
Solidus:
La temperatura más alta en la que el material de aporte está completamente
sólido.
Liquidus:
Temperatura más baja en la que el material de aporte está completamente
líquido.
Rango
de fusión (melting range): Rango de temperaturas por encima del cual
el metal de aporte funde. Rango formado entre el solidus y el liquidus de la
aleación.
Eutéctica
(eutectic): Aleación que solo tiene un punto de fusión, como los
metales puros.
Licuación
(liquation): Cuando un material de aporte que posee un amplio rango
de fusión es calentando muy lentamente, la fase con el punto de fusión más baja
es la primera que comienza a fluir. El material que queda atrás cambia de
composición presentando un punto de fusión más alto, y no fluirá fácilmente. El
resultado de este fenómeno se manifiesta en una unión de baja calidad y
exteriormente deslucida.
Corrosión
entre caras (crevice corrosion): Cuando se realiza uniones de acero
inoxidable martensíticas, utilizando materiales de aporte base plata, y el
acero está sometido a condiciones de servicio de humedad o en contacto con
agua, la unión puede fallar como resultado de la corrosión producida entre el
acero inoxidable y la intercara del material de aporte.
Penetración
intergranular: las aleaciones base níquel son propensas a la formación de
grietas cuando el material de aporte utilizado es base plata y los componentes
están sometidos a elevados niveles de fatiga.
Descincificación:
Es una forma de corrosión galvánica, generalmente asociada con dos fases de
aleaciones de latón, en la que la fase rica en Zn es selectivamente arrojada
del latón, dejando una matriz de una fase rica en cobre. Esto puede ocurrir
cuando las uniones son expuestas a una atmósfera salina.
Comparativa
entre el brazing y el soldeo por fusión
En los
procesos por fusión como el MIG o el TIG (soldadura por arco bajo gas protector
con electrodo no consumible), se producen la fusión del metal base, mientras
que en el brazing solo se funde el material de aporte que fluye entre
los metales base.
En el
soldeo por fusión no se requiere de fundentes ya que el gas inerte protege el
baño, sin embargo presentan mayores deformaciones y tensiones residuales con
pérdidas de propiedades mecánicas causadas por el alto input de calor,
en comparación con el brazing.
Existen
diferencias a la hora de suministrar el calor a la unión, mientras en las técnicas
de fusión se consigue mediante arco eléctrico, haz de electrones, láser etc., en
la soldadura fuerte se genera por antorcha, horno, e inducción principalmente.
Una
ventaja adicional de la soldadura fuerte es su capacidad para soldar materiales
disimilares como el titanio con el acero inoxidable, mientras que la misma
soldadura realizada con el TIG, resultaría quebradiza.
Generalmente
ambos procesos necesitan de material de aporte, en el brazing su composición
química es diferente a los metales base, mientras en la fusión es muy similar
con ligeras modificaciones para mejorar la unión.
Ambas
técnicas requieren de personal cualificado para conseguir uniones de calidad.
Ventajas
y limitaciones
El
proceso de soldadura fuerte es uno de los procesos de unión más versátil
utilizados hoy en día. Las principales ventajas se detallan a continuación.
Costo
efectivo: con muy poca cantidad de aleación se puede conseguir la unión de
dos piezas, que realizada correctamente es comparable a cualquier otro método
de soldeo a menor precio.
La
soldadura fuerte produce uniones resistentes. Al contrario de lo que se puede
pensar, la resistencia de la unión no tiene nada que ver con las características
del material de aporte. Sorprendentemente y dependiendo del material base, la
unión de un brazing realizado adecuadamente proporciona una resistencia
mucho mayor que el material de aporte.
Produce
uniones dúctiles capaces de soportar considerables choques y vibraciones.
Capaz
de unir metales cuyas secciones transversales difieren notablemente.
Las
uniones tienen una excelente distribución de esfuerzos, siendo el filete forma
ideal para resistir fatiga.
Esta
técnica es ampliamente utilizada en instalaciones de tuberías de líquidos y
gases debido al impedimento que ofrece la presencia de fugas.
Es ideal
en procesos donde no está permitida la fusión. Por ejemplo, la soldadura de
pequeños soportes y casquillos a tuberías de motores, o en la unión de
piezas de pequeño espesor y tamaño, donde las técnicas de fusión podrían
destruir el material base.
También
este proceso ofrece una buena conductividad eléctrica, siendo usado en
aplicaciones donde esta propiedad es importante.
Es
esencialmente una operación de un único proceso, si este se realiza adecuadamente.
No requiere de rectificado o de acabados mecánicos después de que la unión se
ha completado.
Debido
a que el soldeo utiliza el efecto capilar, uniones complejas son tan fáciles de
unir como las simples.
Permite
la soldadura de los materiales base con recubrimientos y plaqueados, en el caso
de brazing por horno de materiales base níquel que contengan titanio y
aluminio, se requiere de un plaqueado de níquel en la zona de unión para
mejorar el proceso.
Las
uniones soldadas presentan una buena apariencia con bordes lisos y limpios.
El método
de soldadura fuerte también ofrece ciertas limitaciones que se exponen a
continuación:
La
preparación de las piezas puede resultar más costosa que en un proceso por
fusión.
El brazing
proporciona para algunos casos menos resistencia mecánica y continuidad en
la unión que un proceso de fusión, aunque una soldadura correctamente diseñada
y ejecutada puede ser tan resistente como los materiales base.
Las
uniones óptimas están generalmente solapadas por lo que incrementa el peso del
conjunto.
Siempre
va ser necesaria una limpieza posterior al soldeo para eliminar los residuos
del fundente.
Pasos
para la obtención de un brazing satisfactorio
Es fácil
obtener una unión soldada de alta resistencia, libre de fugas si se consideran los
siguientes siete fundamentos tanto en el diseño como en la producción de las juntas.
Diseño de la unión.
Una unión
completamente sólida es aquella en la que el 100 % del área de la unión es mojada
por el material de aporte y además está completamente llena de él. Estas uniones
son raramente obtenidas fuera del laboratorio debido a diferentes causas que se
irán viendo a lo largo de este artículo.
Las
uniones más típicas utilizadas para la soldadura fuerte son las solapadas, ya sean
planas o tubulares, también se pueden realizar a tope con poca área de contacto
y con una baja resistencia, a tope-solapadas y finalmente con bordes en
muescados, que poseen mayor resistencia pero requieren también de más
preparación y por tanto son más caras.
Para el
diseño de una buena unión tipo solape se han de considerar los dos criterios siguientes:
El grado
de solape y la holgura de la unión.
Grado de Solape. El mejor grado de solapamiento
para una unión plana es de 3-4t, siendo t el espesor del material más delgado
que forma parte de la misma.
La regla
general para piezas tubulares es que la longitud de solape debería ser una vez
el diámetro del tubo, para tuberías de hasta 25,4 mm.
Holgura
de la Unión. El efecto de la holgura tiene un profundo impacto en la resistencia de la junta. Si el gap es
muy pequeño, se puede llegar a inhibir la distribución del material de aporte
entre el conjunto a soldar, reduciéndose la resistencia de la unión, y si este
es demasiado ancho se reduce la acción capilar, lo que no favorece el llenado
en la junta, lo que da lugar a la disminución de la resistencia a valores
propios del material de aporte. Es por tanto fundamental mantener una holgura
adecuada y uniforme a lo largo de la unión.
En
general, un ajuste que deslice fácilmente proporciona una adecuada unión entre piezas
tubulares, y si lo que se unen son dos piezas planas, simplemente colocando una
encima de la otra y considerando la rugosidad superficial estándar, será suficiente
para proporcionar el efecto capilar adecuado. El pulido de las superficies restringe
que la aleación fundida fluya.
Por otro
lado, una unión de soldadura fuerte es una pequeña fundición, de tal manera que
durante el proceso de solidificación se pueden formar cavidades debido a la contracción
del material (rechupes), que volverán a disminuir la resistencia
de la unión. Cuanto mayor sea el volumen de material de aporte mayores serán
las cavidades formadas. Es evidente por tanto, que una pequeña holgura
encerrara menor volumen de material de aporte y los vacíos producidos serán de
menor tamaño durante la solidificación que con una holgura mayor.
Las
holguras recomendadas, dependen principalmente de la fluidez del material de aporte
y son las que se deberían tener a la temperatura de soldeo. Por lo tanto en
frío, deberán estar compensadas para absorber la expansión producida por los
materiales base, particularmente si estos tienen diferentes coeficientes de
expansión.
A
continuación, se muestran las holguras óptimas para los materiales de aporte a
la temperatura de soldeo:
Materiales
Holguras
40% Ag 0.05 - 0.15 mm
20% Ag 0.075 - 0.2 mm
Esos dos
parámetros intervienen de forma predominante en determinar la resistencia última
de la unión y no las propiedades del material de aporte, de tal forma que una
correcta unión ofrece siempre mayor resistencia que el material de aporte y puede
llegar a ofrecer mayor resistencia que alguno de los materiales base que la forman.
Elección del material de aporte.
La
mayoría de los materiales de aporte son aleaciones que funden a través de un rango
de temperaturas, a excepción de las eutécticas que lo hacen a una temperatura específica.
La
aleación por tanto, adquiere inicialmente un estado pastoso cuando se encuentra
entre el solidus y el liquidus, debido a que una porción
permanece sólida hasta que la temperatura alcanza el liquidus.
Teóricamente mantener la pieza en el liquidus originaría la fusión del
metal de aporte, sin embargo las variables de producción pueden no garantizar
la completa fusión del material en la unión, por lo que se suele aumentar esta
temperatura entre 10º y 40ºC para obtener siempre la completa fusión del
material de aporte. Se recomienda la temperatura de fusión en 830ºC, cuando el
liquidus del material de aporte es aproximadamente de 800ºC.
En la
selección del material de aporte se considerará:
Los materiales base
Donde se
contempla, sus temperaturas de fusión, el correcto mojado de los mismos y la
posibilidad de que se produzca corrosión o compuestos intermetálicos que
reduzcan las propiedades mecánicas de la unión.
Tipo de soldadura
Que afectará
principalmente a la forma del material de aporte, lamina, pasta etc.
La
composición, propiedades del material de aporte y su comportamiento durante la
fusión.
Los
materiales más sencillos de usar, son aquellos con un alto contenido en plata,
y de fácil fluidez, debido a que combinan una baja temperatura de soldeo junto
con un estrecho rango de temperaturas de fusión. Si la aleación tiene un rango
más amplio, del orden de 65º, fluyen con más dificultad pero permite rellenar
holguras amplias y son buenos formadores de filetes. Los siguientes materiales
de aporte son utilizados en la soldadura fuerte de aceros inoxidables
austeníticos estabilizados:
Rango de
fusión Ag Cu Zn
Sn
40% Ag 630-660ºC
40 21 22
2
20% Ag 680-800ºC
20 43 33
La
soldadura con la aleación 40% Ag es más sencilla que con la 20% Ag ya que
fluirá más fácilmente, sin embargo el segundo permite holguras mayores y su
coste será inferior al tener menor contenido en plata. La relación actual es
de:
Coste de
la aleación 40% Ag = 1.5 veces Coste de la 20% Ag
La 40%
pertenece al grupo de aleaciones con temperaturas de brazing más bajas y
rangos de fusión más estrechos, produce filetes limpios y pequeños. Posee
buenas propiedades mecánicas y se puede utilizar en aplicaciones marinas siendo
resistente a la descincificación.
Su
contenido en estaño le hace ser susceptible a agrietarse si se enfría
bruscamente desde altas temperaturas (por encima de los 300ºC) y este efecto se
hace aún mayor si los componentes a soldar tiene diferentes coeficientes de
expansión.
Se
presenta en todas las formas, varilla, hilo, pasta, varilla recubierta con
fundente, laminas, tiras, anillos y arandelas.
La 20% Ag
es ampliamente usada en el mundo aeroespacial, se presenta en varilla, hilo,
pasta y en forma de lámina, con un espesor de 0.127 mm. Tiene propiedades mecánicas
mayores, (resistencia al cizallamiento y la rotura) algo mayores que la 40% Ag,
pero menor resistencia a la corrosión.
Temperatura
de trabajo. Los dos materiales de aporte citados no están recomendados cuando
la unión va a trabajar por encima de los 250ºC, debido a que por encima de esas
temperaturas, sus propiedades mecánicas van deteriorándose.
Limpieza previa de los materiales base.
La acción
capilar acontece exclusivamente cuando las superficies de los metales están
limpias de contaminantes tales como, grasa, óxidos o cualquier tipo de suciedad.
Si estos
permanecen formarán una barrera entre las superficies de los metales base y la
aleación fundida, sin que pueda esta última mojar al material base.
Una
mancha de grasa o aceite repelerá el fundente dejando zonas desprotegidas que se
oxidarán bajo el calor y darán lugar a poros.
La
delgada capa de óxido de cromo, da a los aceros inoxidables su buena
resistencia a la corrosión, sin embargo perjudica al proceso de soldadura.
La capa
de óxido se adhiere fuertemente y evita parcialmente el mojado del metal base y
por tanto restringe la fluidez del material de aporte fundido. Por tanto el proceso
es más eficaz cuando esta capa es eliminada.
La
eliminación de la capa de óxido se puede realizar mediante procesos químicos o
mecánicos.
Los
mecánicos como el chorreado, son preferibles debidos a que la superficie quedará
rugosa obteniéndose una excelente unión. No se debe utilizar el lijado ya que
podrían permanecer pequeñas partículas de arena que evitarían de nuevo la fluidez
del material de aporte.
El aceite
y la grasa se eliminan con disolvente o con un agente desengrasante.
En la
mayoría de los casos es suficiente con una limpieza con acetona de las superficies
a soldar.
Siempre es mejor utilizar agua caliente con jabón.
Una vez
que las piezas han sido limpiadas adecuadamente, es buena práctica aplicar el
fundente y soldarlas lo antes posible para reducir las posibilidades de re
contaminación de las superficies provenientes del polvo de la factoría y de la grasa
depositada por el manejo de los componentes.
Selección y aplicación del fundente.
La
elección del fundente es tan importante como la elección del material de
aporte.
Utilizar
un fundente incorrecto o una técnica de aplicación pobre, puede tener un dramático
efecto en la calidad de la unión.
¿Por qué
es necesario el fundente?
El
calentamiento de la superficie de un metal acelera la formación de óxidos, que son
el resultado de una reacción química entre el metal caliente y el oxígeno del
aire.
Esos
óxidos han de eliminarse o evitarán el mojado y la unión de las superficies.
Cuando el
material de aporte funde, desplaza al fundente ya que la atracción entre el
metal base y el de aportación es mayor que entre el fundente y el metal base.
Si las superficies que están siendo soldadas se oxidan debido a la falta de
fundente o a un fundente inadecuado, el fundente saturado de óxidos aumenta su
viscosidad y no puede ser completamente desplazado por el material de aporte.
Este es un nuevo caso de discontinuidad en la unión, y se conoce con el nombre
de flux atrapado.
El
fundente básicamente, proporciona un escudo que evita la formación de óxidos, absorbiéndolos
durante el calentamiento. Por tanto, deberá cumplir las siguientes funciones:
1. Fundir
y llegar a estar activo por debajo del punto de fusión del material de aporte.
Los fundentes basados en el boro no funden a bajas temperaturas con materiales
de aporte base plata por lo que deben ser utilizados fundentes basados en
fluoruro.
2. Debe
ser capaz de disolver y eliminar los óxidos de la superficie del metal, además
de proteger las superficies de los metales base de nuevas oxidaciones.
Al
suprimirse los productos de oxidación permite que el material de aporte moje
con mayor eficacia el material base.
3. El
fundente debe permanecer activo a la temperatura de soldeo y durante el tiempo
suficiente como para permitir que la operación de soldadura pueda ser llevada a
cabo adecuadamente, favoreciendo además el mojado del metal base por parte de
la aleación.
El material base va a determinar
la selección del fundente más que cualquier otro factor involucrado en el
proceso. El material de aporte, el coste y las condiciones de brazing influirán
en menor medida.
Los
fundentes como ya se ha citado, son compuestos químicos que disuelven los óxidos
formados durante el calentamiento. Cuando estos compuestos químicos alcanzan un
punto donde se saturan, son incapaces de disolver más óxidos, sus residuos
toman una apariencia ennegrecida y acristalada, quedando el fundente exhausto.
Las superficies de trabajo quedaran oxidadas y la limpieza posterior de la zona
será mucho más difícil. En los casos que se den estas situaciones es necesario utilizar
un fundente con mayor rango de trabajo y estabilidad o aplicar mayor cantidad
de flux. También se puede mejorar utilizando un período razonablemente corto
de calentamiento.
Los
fundentes se diseñan solamente para eliminar las películas de óxidos producidas
durante la soldadura, cualquier otro contaminante como grasa, polvo, debe ser eliminado
con anterioridad.
Factores que afectan al funcionamiento
del fundente
La
habilidad del fundente para realizar satisfactoriamente la operación de brazing,
dependerá del material base, temperatura, tiempo del proceso y volumen del
fundente aplicado.
Material base - Temperatura
Para que
el fundente sea efectivo, ya se comentó, que debía de fundirse y estar activo
antes de que el material de aporte funda, y debe permanecer activo mientras que
el material de aporte fluye a través de la unión y solidifica.
Por tanto
el solidus del metal de aporte determina la mínima temperatura de trabajo del
fundente y el liquidus dictamina la máxima temperatura que debe soportar.
Generalmente
se selecciona el fundente para que esté activo al menos 50ºC por debajo del
solidus del material de aporte y que permanezca activo 50ºC por encima del
liquidus del material de aporte. Esto asegurará que el fundente sea efectivo
durante la operación de soldadura. En el caso de que pueda darse sobrecalentamiento,
como sucede con el soplete, este valor se debería incrementar idealmente hasta
los 100ºC, lo que daría al fundente la suficiente capacidad para eliminar los
óxidos a mayores temperaturas de las esperadas.
Tiempo
El tiempo
de brazing afecta a las actuaciones del fundente. Este tiene que eliminar
los óxidos del componente durante todo el ciclo de soldadura.
El
fundente disuelve los óxidos y evita la oxidación solamente durante un período
limitado. Cuanto más largo sea el ciclo de trabajo más posibilidades de que el
fundente se sature finalizando su actividad, exhibiendo los residuos el color
negro habitual. No hay un tiempo fijo por el cual el fundente deja de ser
efectivo, dependerá de la temperatura de operación y del tipo de metal base. Si
el tiempo es suficientemente largo puede saturarse por debajo de su temperatura
de trabajo. Para ciclos de larga duración se recomienda fundentes con amplios
rangos de trabajo.
Para
ciclos cortos de calentamiento rápido, tipo inducción, se puede utilizar fundentes
de baja temperatura que trabajen incluso por encima de su rango de temperatura
recomendada. De tal forma que los utilizados serán solubles en agua y por tanto
más fáciles de eliminar.
Volumen de flujo
El
volumen de flujo requerido varía dependiendo de la naturaleza de la aplicación.
Normalmente es suficiente cubrir las caras de unión y los alrededores de las
superficies de los componentes con una capa de pasta.
Aplicación del fundente
El
fundente suele presentarse en polvo, se mezcla con agua y unas gotas de detergente,
para mejorar el mojado sobre el metal base, hasta formar una pasta relativamente
consistente. También se presenta en forma de pasta lo que reduce los tiempos de
preparación.
El mejor
modo de aplicar el fundente, es cubriendo con una pasta las piezas individuales
antes de ser unidas. La aplicación en los alrededores de la unión reduce
también la oxidación de esas áreas.
Es
importante aplicarlo después de su preparación ya que se deteriora rápidamente,
así como mantener cerrada la tapa del contenedor cuando no se utilice.
Es muy
corriente ver a los operarios calentando el final de la varilla y/o sumergirla
dentro del fundente y luego aplicar ambos a la unión. Esta técnica por sí sola,
tiene la desventaja de que el fundente no protege la unión durante el ciclo de
calentamiento y además la cantidad limitada de fundente aplicada, no evita la
oxidación de los metales bases en las proximidades de la unión. A su vez se
restringe la penetración capilar del material de aporte fundido.
El uso de
demasiado fundente rara vez resulta en una mala unión, sin embargo poco
fundente genera uniones de baja calidad ya que este queda exhausto rápidamente.
¡Siempre se puede usar muy poco fundente pero nunca puede usarse demasiado!
Adecuado utillaje de sujeción.
El modo
más sencillo de mantener dos piezas unidas siempre que el peso y la forma lo
permita es la gravedad. Si la configuración es demasiado compleja para el auto
sujeción, el utillaje será diseñado para tener la mínima masa, y el área de
contacto con el conjunto. De tal manera, que si el utillaje tiene gran área de contacto
con las piezas a soldar, conducirá hacia el exterior una cantidad de calor importante
de la unión, alargando el proceso de soldadura.
En el
soldeo por antorcha habrá que facilitar el espacio suficiente para que la llama
alcance sin restricción la unión.
Los materiales
utilizados para la fabricación del utillaje tendrán que soportar altas temperaturas
y ciclos térmicos.
Se
recomiendan las aleaciones base níquel, aceros inoxidables, y compuestos cerámicos.
Cuando
exista riesgo de que el útil pueda soldarse al conjunto, el material utilizado
en fabricación deberá ser resistente al
mojado. Para los materiales de aporte base lata el titanio es el elemento
recomendado, aunque este tiene una gran avidez por los gases circundantes por
encima de los 600ºC, oxidándose fácilmente.
Calentamiento de la unión y aplicación de
la aleación.
Se van a considerar a continuación dos
procesos: la soldadura fuerte con soplete y la soldadura fuerte por inducción.
Soldeo fuerte con soplete
Las
piezas se deben calentar con una llama ligeramente reductora o neutra para
llevar oda la unión uniformemente a la temperatura de brazing, pero no
más alta de la necesaria para suministrar una soldadura satisfactoria.
El
soplete deberá estar en continuo movimiento durante todo el ciclo de soldadura
con el fin de evitar la formación de puntos calientes aislados.
Los gases
combustibles utilizados en esta técnica pueden ser acetileno, propano y gas
natural, los comburentes oxígeno y aire. La mezcla más energética es la formada
por acetileno y oxígeno.
Equipo de soldeo oxiacetilénico
La
principal función de estos equipos es la de suministrar la mezcla e gases a una
velocidad, presión y proporción adecuadas. El equipo necesario para la
soldadura se compone de:
Botellas
de acetileno y oxígeno, manorreductores, mangueras, válvulas de seguridad o anti
retroceso, soplete y accesorios encendedores, escariadores).
Acetileno:
Explota si se comprime solo, por lo que para almacenarlo e disuelve en acetona
guardándose en botellas rellenas de una sustancia esponjosa.
La
presión de los cilindros es de 15 Kg/cm2 y la presión de servicio no deberá
superar 1 bar. La velocidad de salida no deberá ser mayor de 7 m/s.
El
acetileno es explosivo en contacto con plata, mercurio o aleaciones con más de
un 70 % de cobre, por lo que las tuberías no deberían ser de ninguno de estos
materiales. El cuerpo de la botella s rojo y la ojiva marrón.
Oxígeno:
No es un gas inflamable pero inicia y mantiene la combustión de materiales
combustibles. No se deberá almacenar cerca de los gases combustibles.
Las
materias grasas en contacto con oxígeno arden espontáneamente, por lo que está
prohibido lubricar sus conexiones. El cuerpo de la botella es negro y la ojiva
blanca.
Manorreductores:
Son válvulas reductoras de presión encargadas de suministrar el gas comprimido
de los cilindros a la presión y velocidad de trabajo. Estos dispositivos
permiten que la presión permanezca invariable a pesar de la disminución del gas
en la botella.
Disponen
de dos manómetros, uno de alta y otro el de trabajo.
Cada
manorreductor debe ser destinado para el gas especificado.
Mangueras:
Son tubos flexibles generalmente de caucho de buena calidad y con gran
resistencia al corte y la abrasión. Las mangueras de oxígeno son de color azul
o verde y rosca a derechas al soplete, mientras que las de gas combustible
rojas y roscas a izquierdas al soplete.
Nunca deben intercambiarse las mangueras de diferentes gases
Soplete:
Su misión es asegurar la correcta mezcla de los gases de forma que exista un equilibrio entre la velocidad
de filmación de salida.
El
soplete controla las características de la llama y su manejo durante la
operación de soldeo. Su potencia se mide en litros/hora de consumo de gas combustible.
Está compuesto de:
Válvulas
de entradas de gas que regulan la presión, velocidad, caudal y proporción de
gases.
Cámara de
mezcla donde se realiza la mezcla intima de los gases.
Hay de dos tipos:
a) De
sobrepresión en la que el oxígeno y el acetileno están a la misma presión y
velocidad, mezclándose a medida que circulan por la cámara.
b) De
aspiración en la que el oxígeno aspira el acetileno a menor presión, a través
de una tobera practicada en la cámara.
Boquillas
o toberas intercambiables que se ajustan en la parte final, controlando el
flujo de gas por medio del orificio de salida.
Pequeños
diámetros producen llamas pequeñas para pequeñas secciones. La llama debe ser
siempre uniforme.
Es
esencial seleccionar el caudal adecuado para cada tipo de boquilla, ya que si
es escaso se tendrá una llama no efectiva y podría producirse retroceso de
llama, por el contrario un caudal excesivo dificulta el manejo del soplete y el
proceso de soldadura.
Se
deberán toma las siguientes precauciones:
a. Limpiar
las boquillas con escariadores adecuados para eliminar la suciedad.
b.
Limpiar las roscas y superficies de cierre para evitar fugas y retroceso de
llama. Válvulas anti retroceso de llama: Cuando se produce un retroceso de
llama, esta se puede introducir en el soplete, pudiendo llegar a través de las
mangueras a los cilindros de gas y provocar su explosión.
Estas
válvulas evitan:
1) La
entrada de oxígeno o de aire en el conducto de suministro de acetileno.
2) Un
retroceso de llama dentro del soplete, mangueras etc.
3) El
suministro de gas durante y después del retroceso de llama. El suministro de
gas se corta cuando la temperatura ha aumentado entre 90 ó 100ºC.
Están
formadas por:
a)
Válvula anti retroceso que permite el gas en un solo sentido.
b)
Sinterizado micro poroso que permita apagar una llama en retroceso.
c)
Válvula de corte térmico que se cierra al detectar un aumento de temperatura.
Este dispositivo es prescindible si el suministro de gas se realiza a partir de
cilindros.
Utilización del equipo de soldeo
a)
Conexión de los elementos del equipo.
1.
Limpiar e inspeccionar cada uno de los componentes, asegurarse que no hay
aceite o grasa en las conexiones de oxígeno.
2.
Realizar el purgado de botellas.
3. Montar
el equipo de soldeo con las válvulas cerradas, verificando las conexiones antes
de abrir ninguna de ellas.
b)
Apertura del oxígeno y del acetileno. La secuencia de operación se realiza con
uno de los gases y luego con el otro pero nunca simultáneamente:
1. Antes
de abrir la válvula comprobar que el tornillo de regulación de manorreductor
esta aflojado.
2. Abrir
el grifo de la botella lentamente. En la de oxígeno totalmente y en la de
acetileno media vuelta.
3. Abrir
la válvula de cierre del manorreductor.
4. Abrir
válvula en el soplete.
5.
Apretar el tornillo de regulación hasta que se obtenga la presión deseada. La
presión de acetileno no debe superar1 Kg/cm2.
6. Dejar
salir gas durante 5 segundos por cada 15 m de longitud y cerrar válvula de
soplete.
c)
Encendido y apagado del soplete Nunca se debe apagar cerrando primero el
oxígeno ya que puede quedarse la llama atrapada dentro del soplete.
1.
Verificar el estado del soplete, estanqueidad y limpieza de boquillas.
2.
Verificar conexiones de mangueras.
3.
Comprobar presiones de trabajo.
4. Abrir
válvula de acetileno, encender llama con el mechero y regular la llama con el
oxígeno.
5. Para
apagar cerrar primero la válvula de acetileno y luego del oxígeno.
6.
Manejar el soplete evitando movimientos bruscos.
d) Cierre
de botellas
1. Cerrar
válvulas de los cilindros
2.
Aflojar el tornillo de los manorreductores.
3.
Desalojar los gases de las mangueras abriendo las válvulas de los sopletes.
4.
Atornillar la válvula de cierre del manómetro.
5. Cerrar
las válvulas del soplete.
6. Abrir
la válvula de oxígeno del soplete para dejar salir todo el gas.
Regulación de la llama oxiacetilénica
La llama
se caracteriza por tener dos zonas bien delimitadas, el cono o dardo, de color
blanco deslumbrante y es donde se produce la combustión del oxígeno y acetileno
y el penacho que es donde se produce la combustión con el oxígeno del aire de
los productos no quemados.
La zona
de mayor temperatura es aquella que esta inmediatamente delante del dardo y en
el soldeo oxiacetilénico es la que se usa ya que es la de mayor temperatura
hasta 3200ºC, no en el caso del brazing.
La llama
es fácilmente regulable ya que pueden obtenerse llamas estables con diferentes
proporciones de oxígeno y acetileno. En función de la proporción de acetileno y
oxígeno se disponen de los siguientes tipos de llama:
Llama de
acetileno puro: Se produce cuando se quema este en el aire.
Presenta
una llama que va del amarillo al rojo naranja en su parte final y que produce
partículas de hollín en el aire. No tiene utilidad en soldadura. Llama
reductora: Se genera cuando hay un exceso de acetileno. Partiendo de la llama
de acetileno puro, al aumentarse el porcentaje de oxígeno se hace visible una
zona brillante, dardo, seguida de un penacho acetilénico de color verde pálido,
que desaparece al igualarse las proporciones.
Una forma
de comparar la proporción de acetileno con respecto al oxígeno, es comparando
la longitud del dardo con el penacho acetilénico medido desde la boquilla. Si
este es el doble de grande, habrá por tanto el doble de acetileno.
Llama
neutra: Misma proporción de acetileno que de oxígeno. No hay penacho
acetilénico. Llama oxidante: Hay un exceso de oxígeno que tiende a estrechar la
llama a la salida de la boquilla. No debe utilizarse en el soldeo de aceros.
Tanto en
este caso como en el anterior el penacho que se forma, produce la
combustión oxígeno con el aire de todos los productos que no se quemaron
anteriormente.
Limpieza
post-soldeo.
Técnica operativa
La
soldadura fuerte de los aceros inoxidables, requiere de una llama ligeramente
reductora o casi neutra con el fin de reducir la oxidación en las superficies
de los materiales base durante el calentamiento. Para evitar el
sobrecalentamiento o inclusive la fusión del metal base, reutilizará la zona
exterior de la llama y no las zonas cercanas al cono interno o dardo,
manteniendo el soplete en continuo movimiento para evitar puntos calientes.
Las
piezas que forman la unión deben ser calentadas uniformemente para que alcancen
la temperatura de soldeo al mismo tiempo, la antorcha debe estar en continuo
movimiento para evitar sobrecalentamiento.
Al tratar
de soldar dos piezas con diferentes secciones o distintas conductividad,
siempre recibirá mayor aporte energético, la de mayor espesor o la de mayor
conductividad, simplemente debido a que esta última disipará el calor más
rápidamente. En cualquier caso, la mejor manera de comprobar la homogeneidad
del calentamiento, radica en observar que los cambios que sufre el fundente se
realizan de manera uniforme independientes de las secciones o conductividad de las
superficies a soldar.
El
fundente también actúa como un indicador de temperatura. Cuando el fundente
alcanza la temperatura adecuada para realizar el brazing, se muestra
claro, transparente y fluye sobre la unión como agua líquida.
Es en
este momento, cuando se debería aplicar el material de aporte tocando con la
varilla en la boca de la unión y continuando con el suministro de calor de
manera indirecta.
En
algunas situaciones sucede que el fundente esta líquido pero el material base
no está listo para fundir la aleación, las temperaturas de fundente y material
de aporte no están acordes, necesitando el conjunto mayor calor, en estos casos
existe riesgo de que el fundente se sature antes y deje de actuar.
Debido a
que el material fundido tiende a fluir hacia las zonas más calientes, la
superficie exterior estará algo más caliente que la interior, por lo que el
material tiene que ser aplicado exactamente en la unión. De lo contrario no
fluirá por la unión, tendiendo a formar un recubrimiento en la pieza. Es una
buena práctica calentar el lado opuesto del suministro de material de aporte.
Por otro
lado, si se trata de conseguir la temperatura de brazing fundiendo el
metal de aporte directamente bajo la llama, la acción capilar no va acontecer,
en su lugar el material de aporte se acumulará de nuevo en la superficie. El
calentamiento continuado en un intento de hacerlo fluir, va originar la
alteración de la composición del material de aporte con el riesgo de liberar
humos que pueden llegar a ser tóxicos.
Por
tanto es importante resaltar:
El calor aplicado en la pieza es el que hará
fundir al material deaporte y no el del soplete directamente sobre él.
En
función de las características de fluidez del material de aporte, la aplicación
puede ser mediante toques en un punto de la unión como en el caso del 755,
donde este fluirá fácilmente por la unión o mediante una aplicación más extensa
o inclusive alrededor de la unión parala formación de una banda de material de
aporte para materiales de fluidez lenta, como es en el caso del 730.
Una vez
que la soldadura se ha completado, el calor debe ser retirado para evitar daños
metalúrgicos en el material y porosidad en el material de aporte.
Soldadura fuerte por inducción
Es un
proceso por el cual las superficies de los componentes que van a ser unidos son
selectivamente calentados a la temperatura de soldeo mediante la energía
eléctrica suministrada por un equipo de inducción (generador de corriente de
alta frecuencia).
Principios generales
Cuando
una corriente alterna circula a través de una bobina se genera un campo
magnético que varía con la intensidad de la corriente y el número de espiras.
Si un objeto metálico se sitúa en el campo de acción de la bobina se inducen
corrientes eléctricas en él. La resistencia que ofrece el material al paso de
la corriente es la que proporciona el calor necesario para la realización de la
soldadura. Por tanto el calor va a estar limitado a unas capas delgadas
cercanas al inductor. La distribución del calor a otras áreas va a ser por
conducción.
La
respuesta del campo electromagnético generado, depende de la frecuencia de la
corriente alterna, la naturaleza de los materiales, el diseño de la bobina y la
distancia entre el inductor y el componente a
soldar.
Frecuencia: Las
corrientes inducidas son más activas en la superficie del objeto, y van
disminuyendo hacia el centro.
Esto se
debe a que las propias corrientes inducidas generan su propio campo magnético
en contraposición con el de la bobina impidiendo que estas últimas penetren al
interior.
Se conoce
como profundidad de penetración la distancia donde la densidad de corriente ha
caído al 37 %.
Al
aumentarse la frecuencia de la corriente alterna disminuye la profundidad de
penetración y por tanto la zona calentada en la pieza de trabajo es menor.
Los
rangos de frecuencia pueden variar entre 60 Hz a 450 KHz.
En el
caso de la soldadura fuerte de los lugs a los tubos, la frecuencia
utilizada por el fabricante del equipo era alrededor de los 20KHz, para
espesores de piezas de 1.6mm.
Naturaleza
de los materiales: Materiales con mayor resistencia eléctrica
como los aceros inoxidables, poseen una mayor profundidad de penetración que
los materiales más conductores como el aluminio y el cobre.
Por otro
lado, la capacidad ferromagnética de los materiales no va a afectar a la
profundidad debido a que las temperaturas de soldeo son generalmente superiores
a la temperatura de Curie, 771ºC donde el material se hace no magnético.
Inductor: El
éxito del proceso de inducción depende de manera notable del diseño del
inductor, que debe estar en concordancia con las dimensiones y configuración
del montaje a realizar para una óptima distribución de calor. Un diseño adecuado
minimizará el tiempo de calentamiento que a su vez, reducirá la oxidación y
disminuirá los tiempos de producción.
Los
inductores se obtienen a partir de tubos de cobre, con el fin de aprovechar su
elevada conductividad, disponibilidad y bajo costo. Por su sección circular o
rectangular, circula agua para la refrigeración del mismo, y disponen de
recubrimiento cerámico que evitan la formación de arcos eléctricos cuando
entran en contacto con la pieza de trabajo.
Distancia
entre el inductor y el componente a soldar: Así
como la distribución del calor en la sección depende del contorno del inductor,
también está, es función de la proximidad del inductor a la superficie que va a
ser calentada. El índice de calor varía inversamente con la distancia entre
ambas y esta relación es no lineal, por lo que el calor suministrado cae muy
rápidamente cuando la distancia se incrementa hasta que en una cierta
separación, el efecto electromagnético cesa.
Ventajas del proceso
1. La
alta concentración de potencia resulta en un calentamiento rápido y concentrado
que reduce el tiempo de producción, minimiza la oxidación, haciendo más
sencillos los procesos de limpieza posteriores, disminuye el área afectada
térmicamente y además reduce el riesgo de deformación de las piezas.
2. Al ser
el calor dirigido directamente al interior de la pieza, y al tener la máquina
un elevado rendimiento se reducen los costes de energía. A su vez, esto genera
menor riesgo originando un ambiente de trabajo más agradable que los métodos
convencionales.
3.
Posibilidad de automatización del proceso de soldadura lo que se traduce en un
proceso más fácil de ejecutar y repetitivo.
4. El
proceso emplea cantidades predeterminadas de material de aporte, ya sea en
forma de lámina, anillos etc., por lo que se evita la posibilidad de utilizar más
aleación que la necesaria.
Limitaciones del proceso
1. El
tiempo de preparación puede llegar a ser superior en relación con otros
procesos. Esto se debe a que el material de aporte tiene que ser pre situado en
algunas aplicaciones.
2. Coste
del equipo e inductores.
3.
Dificultad en el calentamiento de piezas complejas ya sea por la forma que
tenga el inductor como por la necesidad de holgura para acceder con el inductor.
Limpieza posterior al soldeo
La
limpieza posterior al brazing se hace principalmente para eliminar los
residuos del fundente. Dicha operación es esencial por una única razón. Los
residuos del fundente son corrosivos y si no se eliminan pueden atacar al
material base o al material de aporte y debilitar la unión. El método de
eliminación de residuos depende del tipo de fundente utilizado.
Seguridad
e higiene
Tanto los
materiales de aporte como los fundentes contienen elementos que sobrecalentados
producen humos que pueden ser perjudiciales para la salud. Por tanto el brazing
debe ser:
1.
Llevado a cabo en áreas bien ventiladas y evitando la inhalación de humos.
2. Las
instalaciones extractoras son recomendadas cuando se utilizan cadmio.
3. Los
fundentes pueden originar irritaciones moderadas en la piel y cualquier
contacto prolongado debe ser evitado.
Con una
práctica correcta de la soldadura fuerte y una adecuada ventilación el riesgo
para la salud es mínimo
Conclusiones
El
proceso de soldadura fuerte es un medio efectivo de crear uniones resistentes, dúctiles,
conductoras tantas térmicas como eléctricamente, además de ofrecer gran resistencia
a las fugas siempre y cuando se conozcan y se aplique adecuadamente los
fundamentos del proceso.
Los
expertos de soldadura fuerte consideran que para las aleaciones de base plata de
baja temperatura, si no se alcanza un 70 % de recubrimiento en la unión, la técnica
necesitaría ser mejorada, por otro lado no debería esperarse tener más de un 85
% de solidez en la junta.
Algunas
compañías que utilizan este procedimiento son más generosas y permiten tener
hasta un 60 % de material de aporte en la unión para que se considere aceptable.
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